El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha abordado recientemente las tensiones fiscales que enfrentan economías importantes como Estados Unidos y China, mientras intentan manejar los efectos de la guerra comercial y el aumento de sus deudas públicas. El FMI ha pronosticado una reducción del déficit público en Estados Unidos, del 7,3% del PIB en 2024 al 6,5% en 2025, aunque reconoce las incertidumbres que rodean estos cálculos, principalmente debido a los ingresos inciertos provenientes de los aranceles impuestos por el presidente Trump. A pesar de la potencial recaudación arancelaria, el informe del FMI advierte que dichos aranceles podrían ralentizar la economía y afectar negativamente otras fuentes de ingresos fiscales, complicando así el equilibrio presupuestario.
El informe destaca que esta inestabilidad geoeconómica, junto con el aumento de las deuda pública y las condiciones financieras volátiles, podría tener un impacto global, especialmente en mercados emergentes. La incertidumbre económica creciente se traduce en mayores exigencias fiscales y podría aumentar la deuda pública mundial, proyectando una tendencia al alza que podría llevarla a acercarse al 100% del PIB mundial para finales de la década. Sin embargo, en este contexto de incertidumbre, hay optimismo con respecto a la situación de España, que se perfila como un «alumno aventajado» al seguir una senda descendente en su deuda y déficit. El FMI insta a los países a estabilizar sus finanzas públicas y gestionar cuidadosamente sus recursos, haciendo hincapié en la necesidad de transparencia y gestión fiscal prudente.
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