Washington y Kiev han alcanzado un significativo acuerdo para la explotación de reservas minerales en Ucrania, tras semanas de tensas negociaciones que incluyeron un enfrentamiento abierto entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. Este acuerdo concederá a Estados Unidos acceso prioritario a proyectos de inversión en recursos como el aluminio, el grafito, el petróleo y el gas natural. Washington busca así recuperar parte de sus aportaciones en la defensa de Kiev, en un contexto de estancamiento en las conversaciones de paz respecto a la invasión rusa iniciada en 2022. La ministra de Economía ucraniana, Yulia Sviridenko, fue clave en este proceso, logrando coser los flecos finales del pacto, que culminó con el anuncio de la creación del «Fondo de Inversión de Reconstrucción de los Estados Unidos-Ucrania».
A pesar del acuerdo, la situación en la región continúa siendo tensa. Rusia ha intensificado su ofensiva contra Ucrania, con ataques recientes que han dejado víctimas mortales y heridos en ciudades como Kiev y Járkov. El Kremlin persigue consolidar su control sobre cuatro provincias ucranianas, mientras que Steve Witkoff, enviado de Trump, intenta negociar con Vladímir Putin para alcanzar un acuerdo de paz. Paralelamente, Ucrania, que posee yacimientos de minerales críticos, busca alternativas estratégicas frente a la dominancia china en la producción de tierras raras. Mientras tanto, las actividades ilegales de explotación y comercio de recursos ucranianos en las zonas ocupadas por Rusia, como el Donbás, continúan desafiando las sanciones internacionales. Este delicado contexto subraya la complejidad del conflicto y las diversas dimensiones económicas y geopolíticas en juego.
Leer noticia completa en El Pais.