Estados Unidos ha llevado a cabo un ataque significativo sobre instalaciones nucleares en Irán, lo que ha desatado tensiones diplomáticas en Oriente Próximo y sacudido los intentos de Europa por mediar una solución pacífica. A pesar de los llamados a la diplomacia por parte de líderes europeos, incluyendo al presidente del Consejo Europeo, António Costa, los esfuerzos parecen estar en un callejón sin salida. Irán ha sugerido represalias, lo que podría incluir el cierre del estratégico estrecho de Ormuz, esencial para el comercio global de petróleo y gas. Aunque los países europeos han mostrado apoyo a la seguridad de Israel y han insistido en que Irán no debe adquirir armamento nuclear, se abstienen de criticar abiertamente a Estados Unidos por la acción militar.
En respuesta a la situación, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha convocado un Colegio de Seguridad para discutir las implicaciones para Europa. La falta de comunicación previa por parte de Washington ha dejado a Bruselas sorprendida, mientras se prepara para una cumbre de la OTAN en La Haya. Las declaraciones de líderes como el primer ministro británico, Keir Starmer, sugieren un aviso previo limitado, mientras que el presidente francés, Emmanuel Macron, ha pedido contención por parte de Irán. A pesar del reciente ataque, se reiteran los llamados a volver a las negociaciones diplomáticas, aunque Irán ha expresado que no retomará el diálogo hasta responder al ataque.
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