Donald Trump ha declarado que aún no ha tomado una decisión definitiva sobre cómo proceder con respecto a Venezuela, aunque su administración está evaluando medidas para presionar al régimen de Nicolás Maduro. Fuentes cercanas al expresidente sugieren que su equipo está considerando una estrategia enfocada en puertos y aeropuertos del país sudamericano. Estos puntos son identificados por el grupo como claves debido a sus presuntas conexiones con el tráfico de drogas, actividad ilícita que aseguran financia al régimen de Maduro.
Este enfoque busca aumentar la presión económica y logística sobre Maduro, con la esperanza de forzar un cambio en el liderazgo político de Venezuela. La administración Trump, conocida por su postura dura frente al gobierno de Maduro, continúa explorando alternativas para debilitar la influencia del actual régimen. Este movimiento forma parte de un plan más amplio que incluye cooperación con naciones aliadas para coordinar esfuerzos en el Caribe y América Latina, en un intento por frenar el narcotráfico y, eventualmente, catalizar un cambio de poder en el país.
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