La Embajada de Estados Unidos en Caracas anunció que el Departamento de Justicia, encabezado por la fiscal general estadounidense Pam Bondi, confiscó 700 millones de dólares en activos al presidente venezolano Nicolás Maduro. Los bienes incluyen mansiones, autos, aviones y joyas. Bondi comparó las actividades de Maduro con el crimen organizado, mencionando que estos activos representan solo una parte de su «reinado de terror». En una entrevista con Fox News, la fiscal detalló el proceso de incautación y enfatizó la continua amenaza que representa el régimen chavista.
Adicionalmente, el 7 de agosto, Bondi ofreció una recompensa de 50 millones de dólares por información que conduzca a la detención de Maduro, vinculado por Washington con el cártel de Sinaloa y acusado de narcotráfico. Esta medida coincidió con órdenes del presidente Donald Trump al Ejército para combatir cárteles extranjeros, lo que revivió temores de intervencionismo en la región. Entre los activos confiscados se encuentran dos aviones, varias propiedades en la República Dominicana y Florida, una granja de caballos y múltiples vehículos, en un esfuerzo por aumentar la presión sobre el gobierno venezolano.
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