En un esfuerzo concertado por terminar cuanto antes con la invasión rusa de Ucrania, Estados Unidos, liderado por el presidente Donald Trump, ha intensificado las negociaciones para alcanzar un alto el fuego en el conflicto. Las conversaciones se están llevando a cabo en Riad, Arabia Saudí, con la presencia de delegaciones de Rusia y Estados Unidos. Washington aspira a un acuerdo que permita una tregua inicial de 30 días, extendiéndose más allá de las infraestructuras energéticas. Durante el fin de semana, representantes ucranianos y estadounidenses discutieron la protección de instalaciones críticas, un avance calificado de «productivo» por el ministro de Defensa ucraniano, Rustem Umerov. Estados Unidos busca que esta negociación sea el primer paso hacia un acuerdo de paz más amplio, esperando concluir para el 20 de abril, coincidiendo simbólicamente con la Pascua.
Sin embargo, el camino hacia la paz no está exento de obstáculos. El Kremlin, a través de su portavoz Dimitri Peskov, advirtió que aún quedan negociaciones difíciles por delante, mientras que Rusia sigue priorizando la reanudación del acuerdo agrícola del mar Negro de 2022. A pesar del clima de tensión, el negociador jefe estadounidense, Steve Witkoff, mantiene una perspectiva optimista, confiando en posibles avances significativos en los acuerdos para un alto el fuego marítimo. En paralelo, los ataques continúan, con reportes recientes de bombardeos en varias regiones ucranianas durante el fin de semana, reflejando la urgente necesidad de un cese al fuego que alivie las hostilidades y acerque a las partes a una paz duradera.
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