El Gobierno de Estados Unidos, bajo la administración de Joe Biden, manifiesta preocupación ante la posibilidad de un colapso inminente del régimen sirio liderado por Bashar al-Assad. Según informan fuentes anónimas a la cadena CNN, la rápida progresión de una coalición insurgente, liderada por islamistas y respaldada por Turquía, podría provocar la caída del gobierno sirio «en días». Aunque CBS también señala que Damasco está en riesgo de caer, sus fuentes no especifican un período concreto para dicho acontecimiento. El avance insurgente ha llevado a la evacuación casi total de las fuerzas iraníes, aliadas de Assad, lo que ha incrementado la vulnerabilidad del régimen.
En el terreno, la tensión se centra ahora en Homs, un enclave estratégico cuya conquista aislaría a Damasco de ciudades clave como Tartús y Latakia, bastiones del régimen y bases importantes de las fuerzas rusas. Pese a los indicios que apuntan a un debilitamiento del poder de Assad, funcionarios estadounidenses advierten que su caída no es «una conclusión inevitable». Sin embargo, el peso de la situación se inclina cada vez más en su contra. Mientras tanto, la Administración Biden se mantiene cautelosa y ausente de grandes declaraciones públicas al respecto, en medio de una transición de poder hacia Donald Trump, quien ha manifestado su intención de adoptar una política exterior más aislacionista, evitando que Estados Unidos se involucre en el conflicto en Siria.
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