El Ayuntamiento de Las Rozas ha anunciado el calendario fiscal de este año, estableciendo los plazos para el pago voluntario de diversos tributos municipales. Este anuncio busca facilitar a los contribuyentes el cumplimiento de sus obligaciones fiscales, al tiempo que organiza de manera estructurada los cobros en la localidad.
El calendario fiscal comenzará con el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM), cuyo periodo de pago voluntario se iniciará el próximo 1 de abril y se extenderá hasta el 2 de junio, cubriendo así un espacio de dos meses para que los propietarios de vehículos puedan realizar sus aportes sin incurrir en recargos o penalizaciones.
Posteriormente, la tasa por la prestación del servicio de gestión de residuos, que es competencia del municipio, se estableció con un plazo que va desde el 30 de mayo hasta el 31 de julio. Este impuesto local busca financiar la recogida y tratamiento adecuado de los residuos generados en la comunidad, promoviendo prácticas sostenibles y el cuidado del medio ambiente.
Finalmente, el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), que contempla el gravamen de los bienes inmuebles de naturaleza urbana, rústica y aquellos con características especiales, tendrá un periodo de pago que iniciará el 1 de septiembre y concluirá el 1 de diciembre. Este impuesto es uno de las fuentes de ingresos más significativas del Ayuntamiento, y contribuye al financiamiento de los servicios e infraestructuras municipales.
El consistorio, además, ha detallado las fechas de cobro correspondientes a las modalidades previstas en el Sistema Especial de Pagos Personalizado, diseñado para aquellos contribuyentes que prefieren fraccionar sus aportaciones a lo largo del año. Esta opción busca dar flexibilidad y aliviar la carga económica que el cumplimiento de las obligaciones fiscales pudiera representar para algunas familias y empresas locales.
La aprobación de este calendario fiscal refleja el compromiso del Ayuntamiento de Las Rozas de informar de manera oportuna y clara a sus ciudadanos, fomentando una cultura de responsabilidad tributaria y asegurando que los recursos obtenidos se destinen al bienestar común de la comunidad roceña.
