En un controvertido giro político, la ex primera dama de Perú, Nadine Heredia, logró salir del país supuestamente gracias a un salvoconducto proporcionado por la actual presidenta Dina Boluarte. Este evento ha generado un intenso debate en el ámbito político peruano, dado que Heredia, quien había estado bajo investigaciones por presuntos actos de corrupción, ahora se encuentra fuera del alcance de las autoridades peruanas. Las implicaciones de esta acción han sacudido el escenario político, desencadenando una serie de acusaciones y llamados a la transparencia en la gestión de Boluarte, quien enfrenta crecientes presiones para explicar su rol en la huida de Heredia.
La oposición ya ha solicitado una investigación exhaustiva sobre el uso del salvoconducto y las circunstancias que rodearon la salida de Heredia del país. Este incidente ha aumentado las tensiones políticas dentro de Perú, poniendo en tela de juicio la legitimidad y las prácticas del gobierno de Boluarte. Mientras tanto, los partidarios de la presidenta han defendido su decisión, argumentando que no hubo irregularidades y que se actuó conforme a la ley. El país se encuentra ahora en un momento crítico, con una creciente desconfianza en las instituciones y un pedido generalizado de rendición de cuentas, al tiempo que se espera que las autoridades ofrezcan explicaciones convincentes para restaurar la confianza pública.
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