El 5 de abril de 2024 se celebró una reunión en una cafetería del barrio de Chamartín, Madrid, entre el ex portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, el conocido «faker» a sueldo Alvise Pérez, y el inversor inmobiliario Mariano Schoendorff. Durante el encuentro, Espinosa de los Monteros se comprometió a buscar financiación y apoyo para Alvise Pérez, quien se encontraba organizando el partido Se Acabó la Fiesta, que en poco tiempo logró tres eurodiputados. La reunión también se llevó a cabo antes del evento Madeira Invest Club III, organizado por CryptoSpain, donde Mariano Schoendorff, un influyente accionista en la inmobiliaria Nyesa, podría haber ofrecido asistencia financiera a Pérez. Esta estrategia política tenía como objetivo atraer votos de antiguos simpatizantes de Vox y aprovechar el descontento interno del partido, especialmente tras la destitución y salida de Rocío Monasterio de Vox Madrid.
Cuatro días después, Alvise Pérez solicitó fondos «no rastreables» para su campaña electoral, viéndose implicado en una presunta estafa financiera. Recibió 100,000 euros de Álvaro Romillo, alias Luis Cryptospain, relacionado con Madeira Invest Club, un club financiero que cerró recientemente, dejando a muchos afectados. El pago, según Romillo, fue realizado fuera de control contable, lo que generó sospechas de financiación ilegal de la campaña de Pérez. Romillo, bajo presión, presentó un escrito a la Fiscalía ofreciendo detalles del caso y su disposición a colaborar con la justicia, comprometido a liquidar sus bienes para compensar a los perjudicados por el colapso de Madeira Invest Club. Esta situación destaca las intrincadas redes de financiación y las maniobras políticas que podrían tener repercusiones legales y políticas de gran alcance.
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