Doscientos pasajeros que tenían previsto volar de Palma de Mallorca a Madrid este viernes con Iberia, quedaron varados durante más de ocho horas en el aeropuerto de la capital balear. El vuelo IB3925, operado por Iberia Express, estaba programado para despegar a las 17:50, pero no partió hasta la 01:59 del sábado. La compañía no proporcionó ninguna explicación sobre la cancelación inicial, lo que incrementó la indignación entre los viajeros. Algunos pasajeros, desesperados por llegar a Madrid, compraron billetes en otros vuelos, pero aun así enfrentaron demoras mínimas de tres horas. La falta de información provocó una situación de caos que obligó a la intervención de agentes de seguridad para calmar los ánimos. Los afectados expresaron su descontento no solo por el retraso, sino también por la falta de comunicación de parte de una compañía que consideraban fiable.
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