El incendio que devastó el pasado 14 de agosto la localidad de Tres Cantos ha dejado a muchas familias en una situación desesperada, siendo una de las más afectadas la de Carlos Mayorga, un ingeniero informático, y su hijo Elian, de 13 años. La casa que habían construido durante un año y medio fue consumida por las llamas apenas seis días después de haberse finalizado. Carlos, que en el momento del incendio se encontraba con un vecino, describe cómo el fuego lo rodeó rápidamente, forzándolo a escapar con su gato y solo en bañador. La tragedia ha marcado un antes y un después en sus vidas, especialmente para Elian, quien padece autismo severo y se enfrenta ahora a la pérdida de su entorno familiar y adaptado a sus necesidades.
A pesar de la devastación, Carlos ha encontrado un rayo de esperanza en la solidaridad de la comunidad, que ha contribuido con donaciones para ayudarles a reconstruir sus vidas. El ingeniero destaca la respuesta conmovedora de amigos y desconocidos, en contraposición a la falta de protocolos específicos para emergencias que atiendan a personas con discapacidad. Mientras trabaja para asegurar un nuevo hogar que respete las rutinas de su hijo, Carlos expresa su gratitud hacia quienes han apoyado a su familia en este difícil proceso. Se han habilitado canales de donación para quienes deseen colaborar en su recuperación, simbolizando un esfuerzo colectivo en medio de la tragedia.
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