Una bebé emberá nació el 2 de marzo en Bogotá con bajo peso, pero logró superar las primeras semanas críticas asistida por los médicos. Sin embargo, tres meses después, murió en el asentamiento del Parque Nacional, donde viven casi 600 indígenas desplazados. Esta tragedia es la segunda muerte de un bebé emberá este año y la número 24 desde 2021. Las autoridades han sugerido una posible negligencia parental, mientras que defensores de derechos humanos señalan la falta de apoyo institucional y barreras culturales como razones subyacentes. La comunidad emberá enfrenta condiciones precarias y desconfianza hacia el sistema de salud occidental, agravando la problemática.
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