Los ministros de Exteriores de 25 países occidentales, incluido España, han emitido un enérgico comunicado pidiendo el cese inmediato de la guerra en Gaza y la eliminación de las restricciones a la ayuda humanitaria en la región. Este llamado exige al Gobierno de Israel que facilite el ingreso de asistencia humanitaria y permita que las Naciones Unidas y ONG realicen su labor sin obstáculos, así como la liberación de los rehenes capturados por Hamás. Los firmantes también abogan por un alto el fuego negociado como solución para aliviar el sufrimiento de los civiles, que han enfrentado condiciones cada vez más críticas.
En respuesta, Israel ha rechazado la declaración, argumentando que desconoce la verdad del conflicto y acusando a Hamás de ser el único responsable del prolongamiento de la guerra. En medio de negociaciones indirectas que buscan un acuerdo de alto el fuego, Tel Aviv sostiene que se deben centrar los reclamos en la organización palestina en lugar de desviar la atención hacia su gobierno. Las conversaciones continúan, con informes de progresos en la liberación de rehenes, aunque persisten diferencias significativas sobre el futuro despliegue del Ejército israelí en el contexto de una tregua.
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