España y Portugal están intensificando su presión sobre la Comisión Europea y Francia para aumentar la interconexión eléctrica en la península ibérica tras un masivo apagón ocurrido el 28 de abril. Ambos países argumentan que una mayor capacidad de conexión hubiera acelerado la recuperación del sistema, subrayando que mejorar esta infraestructura es esencial para garantizar la seguridad del suministro. En respuesta, los gobiernos ibéricos preparan cartas dirigidas al comisario europeo de Energía, Dan Jørgensen, y al ministro francés de Energía, Marc Ferracci, instando a incrementar las conexiones. Las gestiones se concretaron en una videoconferencia entre Maria da Graça Carvalho, ministra lusa de Medio Ambiente y Energía, y Sara Aagesen, vicepresidenta tercera de España, quien planea entregar la misiva personalmente para agilizar el proceso.
La falta de interconexión se evidencia como un histórico problema para España y Portugal, mientras que en Francia, la dependencia de la energía nuclear frena el avance de conexiones con las renovables ibéricas. Tras el apagón, Carvalho criticó la resistencia de Francia debido a su dependencia nuclear, y Aagesen insistió en que Europa debe asegurar avances diligentes en las conexiones. Aunque se están realizando obras en el golfo de Vizcaya, estas no alcanzarán el objetivo comunitario del 15% de interconexión para 2030. La situación plantea una presión adicional sobre empresas y gobiernos para reforzar infraestructuras críticas, mientras la Comisión Europea, pese a tener herramientas para sancionar, aún no ha intervenido directamente contra Francia por obstaculizar la interconexión.
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