La reciente crisis provocada por un apagón eléctrico sin precedentes que dejó a la península ibérica a oscuras ha desencadenado una serie de acciones gubernamentales para investigar el incidente. España y Portugal han formado un grupo de seguimiento para establecer las causas de la interrupción del servicio. Esta decisión fue tomada en una reunión entre la vicepresidenta española Sara Aagesen y su homóloga portuguesa María da Graça Carvalho. Ambas naciones acordaron compartir información con organismos europeos para la elaboración de informes exhaustivos y mantener un contacto gubernamental intensificado. Aagesen enfatizó que el objetivo es identificar el motivo del apagón y asegurar que no se repita, destacando la colaboración con Francia y Marruecos para esclarecer los hechos.
El apagón ha intensificado el debate político en la región, con el gobierno enfrentando críticas del Partido Popular y demandas de transparencia total. La vicepresidenta primera, María Jesús Montero, aseguró el compromiso del gobierno de llegar al fondo del asunto, mientras que el ministro de Justicia Félix Bolaños enfatizó la necesidad de un análisis riguroso. Paralelamente, las discusiones sobre la política energética han resurgido, con algunas voces sugiriendo la renacionalización de Red Eléctrica Española. Sin embargo, el gobierno se mantiene enfocado en descubrir las causas del apagón, evitando enfrentamientos internos y reafirmando su calendario para el cierre de centrales nucleares.
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