La reciente ola de calor experimentada en España entre el 3 y el 18 de agosto ha sido la más intensa desde que se tienen registros. Según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), este fenómeno climático superó la anomalía de temperatura máxima histórica con 4,6ºC por encima de los umbrales habituales, superando la ola de julio de 2022 que alcanzó los 4,5ºC. Este episodio es parte de una tendencia preocupante: desde 1975 han ocurrido 77 olas de calor, pero cinco de las seis más intensas se han registrado desde 2019, lo cual evidencia la creciente frecuencia y severidad de estas condiciones extremas.
La duración de este evento, que se extendió por 16 días, ha marcado el periodo del 1 al 20 de agosto como el más cálido desde al menos 1961, y en conjunto con el verano de 2022, se perfila como uno de los dos más cálidos de la serie histórica. La AEMET señala que esta tendencia está alineada con los pronósticos del Panel Intergubernamental contra el Cambio Climático, que prevé un aumento sostenido de las temperaturas en la región mediterránea. El calentamiento global está propiciando temporadas de calor cada vez más intensas, lo que subraya la urgencia de implementar medidas de adaptación y mitigación del cambio climático.
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