Inglaterra volvió a imponerse ante la selección española sub-21, eliminando a la Rojita en un partido que destacó por su intensidad y estrategia. El encuentro, que se llevó a cabo en un ambiente tenso, evidenció la fortaleza y cohesión del equipo británico, que se convirtió nuevamente en el obstáculo infranqueable para el conjunto dirigido por Santi Denia. A pesar de los esfuerzos y la calidad técnica de los jugadores españoles, la defensa inglesa se mantuvo firme, impidiendo que España lograra capitalizar sus oportunidades.
El entrenador Santi Denia se enfrentó a una renovada frustración al no poder superar a un rival que ha sido una constante fuente de desafíos para su escuadra. Inglaterra, por su parte, mostró un juego serio y disciplinado que neutralizó los intentos creativos de la Rojita de imponerse en el terreno de juego. Con esta derrota, España se despide del torneo, dejando un sabor amargo a un equipo que buscaba reafirmar su posición en el fútbol juvenil europeo.
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