España debutó en el Mundial de Río de Janeiro con una presentación simbólica y poderosa, representando el renacimiento con una figura de ave fénix. A pesar de una ejecución inicial complicada, con una de las gimnastas atrapando accidentalmente la cinta, el equipo español mostró determinación y temple, logrando una puntuación de 26,500 en cintas que las mantuvo en la contienda. Con una actuación destacada en el ejercicio mixto, alcanzaron 28,250 puntos, llevándolas al podio con un bronce. Japón se coronó campeona del mundo, seguida por Brasil, en una jornada repleta de errores y marcada por un retraso en el sistema de puntuación que afectó a varias naciones, incluyendo a España.
Las anfitrionas brasileñas brillaron con un arranque ovacionado y un dominio indiscutible, gracias a su ritmo vibrante de samba, deslumbrando al público local y dejando atrás a gigantes históricos. La actuación estuvo llena de desafíos técnicos, con un intercambio casi fallido que lograron recuperar, asegurando una buena nota. China, campeona olímpica, no pudo superar a Brasil pese a un reclamado ajuste en su puntuación. Japón sorprendió con su desempeño sobresaliente, especialmente en el ejercicio mixto, llevándose el oro por primera vez. La final del Mundial se celebrará el domingo con España compitiendo por aparatos, sin representación individual, buscando cerrar con un desempeño memorable.
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