Durante julio, el sector privado español alcanzó un notable crecimiento, marcando su vigésimo mes consecutivo de expansión y posicionándose a la cabeza entre las economías europeas analizadas por S&P Global y el Hamburg Commercial Bank (HCOB). El Índice PMI Compuesto de España, que mide la producción manufacturera y la actividad comercial, escaló de 52,1 en junio a 54,7, superando el umbral que indica expansión. A pesar de la incertidumbre generada por las negociaciones arancelarias entre Estados Unidos y la Unión Europea, con un acuerdo que fijará aranceles del 15%, el sólido avance del PIB español en el segundo trimestre sugiere que el crecimiento económico podría continuar en los próximos meses. Según el economista del HCOB Jonas Feldhusen, el sector servicios experimenta un notable repunte en la actividad y en los nuevos pedidos.
Mientras tanto, la zona euro mostró una moderada expansión en su sector privado al inicio de la segunda mitad del año, con un PMI Compuesto de 50,9 puntos. Las exportaciones siguen siendo un reto, afectadas por una demanda internacional en declive por cuarenta y un meses consecutivos. A pesar del moderado crecimiento del empleo, la inflación de insumos se ralentizó levemente. Sin embargo, la confianza empresarial se debilitó en julio, rompiendo tres meses de optimismo. Las economías principales de la zona euro, como Alemania, mostraron recuperación, mientras que Francia enfrentó una disminución en su actividad. Se espera que el reciente acuerdo comercial EUA-UE ayude a mitigar la incertidumbre y estabilice el escenario económico, aunque persiste el riesgo de mayores aranceles en el futuro.
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