España avanza con una propuesta innovadora para simplificar las operaciones empresariales y fortalecer el mercado único europeo. En un encuentro con empresarios italo-españoles, el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, anunció cuatro medidas claves que buscan reducir la burocracia, facilitar el acceso al financiamiento y abrir oportunidades en la contratación pública europea.
Las iniciativas nacen de un trabajo conjunto con el economista y antiguo primer ministro italiano Enrico Letta, y ya han sido compartidas con la Comisión Europea. La meta es clara: crear un ambiente regulatorio más sencillo y eficaz que permita a las empresas innovar, crecer y generar empleo.
Cuerpo destacó que el objetivo principal es que las compañías puedan dedicar menos tiempo a la burocracia, y más a sus actividades productivas.
Las medidas incluyen la creación de un portal único europeo de información normativa para centralizar requisitos legales. También se propone simplificar el acceso a la contratación pública mediante inteligencia artificial para unificar las 27 plataformas de licitaciones existentes. Además, se busca el reconocimiento mutuo de calificaciones crediticias para facilitar el acceso al crédito de las pymes, y se propone una plataforma europea de titulizaciones para estandarizar procesos financieros.
El contexto europeo actual, marcado por la competencia con potencias como Estados Unidos y China, hace urgente este tipo de reformas para asegurar la competitividad. En este esfuerzo, España ha encontrado apoyo en países como Italia, Portugal y Francia.
Las pymes, que constituyen más del 99% del tejido empresarial europeo, son un foco central de estas medidas. A pesar de su gran peso económico, enfrentan barreras significativas al operar fuera de sus fronteras, como normativas fragmentadas y un acceso limitado a créditos. La Comisión Europea estima que el mercado único aporta un 8-9% adicional al PIB europeo, pero aún tiene un potencial de crecimiento inexplorado.
Las reacciones del sector empresarial han sido positivas, aunque con advertencias sobre la complejidad de implementar tales cambios. La propuesta incluye discusiones futuras en Bruselas, como parte de una agenda más amplia de competitividad para 2030.
Las iniciativas españolas, con su enfoque en la digitalización y acceso transfronterizo, podrían marcar un punto de inflexión para el mercado único europeo y, en especial, para las pymes, al proyectarlas hacia una dimensión más internacional y competitiva.