El Gobierno ha reafirmado su compromiso de alcanzar una inversión del 2% del Producto Interno Bruto para el año 2029, no obstante, descarta acelerar dicho incremento en el corto plazo. Este dato se desprende de recientes declaraciones, donde las autoridades buscan reforzar la estrategia de seguridad nacional en concordancia con las capacidades y requisitos planteados por la Alianza en materia de defensa. En este sentido, el énfasis no recae únicamente en el aumento presupuestario, sino también en la adaptación a las necesidades estratégicas actuales, entre ellas las operaciones antiterroristas. Este enfoque responde a la creciente demanda de reformulación de las políticas de defensa, a la luz de las diversas amenazas globales emergentes.
Además, el Gobierno ha hecho un llamado a la Alianza para considerar seriamente las capacidades, misiones y operaciones orientadas a combatir el terrorismo, como parte integral de los compromisos asumidos. La intención es que estas acciones complementen los esfuerzos financieros, asegurando un enfoque más holístico en las políticas de defensa. La administración argumenta que este tipo de inversiones en capacidades específicas permitirá una respuesta más eficaz y adaptada a las amenazas no convencionales, asegurando con ello una defensa nacional más estratégica y operativa. En términos generales, la perspectiva gubernamental es que el crecimiento en defensa debe ser gradual, planificado y adaptado a las realidades presentes y futuras del escenario internacional.
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