El Gobierno ha manifestado su confianza en el desarrollo y optimización del almacenamiento energético como una solución clave para fortalecer la infraestructura del sistema eléctrico nacional. La apuesta gubernamental se centra en incrementar la capacidad de almacenar energía generada a partir de fuentes renovables, lo que permitiría asegurar el suministro eléctrico durante todo el año, incluso en momentos de baja producción de energías verdes. Esta estrategia tiene como objetivo reducir la dependencia de fuentes de energía fósil y avanzar en la transición hacia un modelo energético más sostenible y resiliente ante fluctuaciones en la oferta y la demanda.
No obstante, la empresa semipública que gestiona parte del sistema eléctrico del país, ha proyectado un incremento significativo del uso de los ciclos combinados en momentos de gran demanda energética. Los ciclos combinados, que funcionan mediante la quema de gas natural para generar electricidad, se posicionan como una alternativa inmediata para responder a picos de demanda que no puedan ser cubiertos por las energías renovables o el almacenamiento. Esta previsión sugiere un enfoque dual, donde el almacenamiento y los ciclos combinados trabajarían de manera complementaria para garantizar la estabilidad y la eficacia del suministro eléctrico, mientras se avanza paulatinamente hacia un futuro más verde.
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