El mercado de centros de datos en la Península Ibérica está viviendo un momento crucial de crecimiento y transformación. Un reciente informe de Colliers, titulado «Data Centers Snapshot», revela un aumento del 20% en el desarrollo de nuevos proyectos entre septiembre de 2024 y marzo de 2025. Este dinamismo está respaldado por una inversión récord que, solo en 2024, superó los 1.000 millones de euros.
Un ejemplo de este auge son operaciones significativas como la compra de Nabiax por Aermont Capital, valuada en aproximadamente 1.000 millones de euros, y la adquisición de Adam Ecotech por CVC DIF. La creciente participación de fondos de inversión como Bain Capital y Templus subraya el atractivo del sector, que madura y consolida su importancia en la región.
Mientras Madrid mantiene una capacidad estable de 792 MW IT, otras ciudades están emergiendo como nuevos polos digitales. Barcelona ha incrementado su capacidad un 38%, alcanzando 275 MW IT, gracias a proyectos de empresas como Submer y Merlin Properties, respaldados por un marco estratégico gubernamental que busca convertir a la ciudad en el «puerto digital del Mediterráneo». En paralelo, Aragón destaca con una proyección de crecimiento notable, con 1.877 MW IT planificados para la próxima década. Este desarrollo está impulsado por inversiones de gigantes tecnológicos como AWS y Microsoft, así como por el respaldo institucional a través de los PIGAs (Proyectos de Interés General Autonómico).
No obstante, el crecimiento enfrenta retos significativos. Colliers advierte que el suministro eléctrico se está convirtiendo en un obstáculo mayor, especialmente en áreas ya saturadas como Madrid y Barcelona, donde las limitaciones de la red y las demoras en distribución instan a buscar nuevas ubicaciones en regiones como Valencia y Extremadura. En este contexto, la inteligencia artificial juega un rol clave, al transformar las demandas técnicas con densidades que pueden llegar a los 120 kW por rack, lo cual podría acelerar la obsolescencia de instalaciones aún en fase de desarrollo.
A futuro, se estima que la inversión en España podría superar los 8.000 millones de euros hasta 2026, condicionada por la aprobación de planes energéticos, la adopción de tecnologías más eficientes y la disponibilidad de mano de obra cualificada. Según José María Guilleuma, director de Data Centers en Colliers, a medida que el mercado se estabiliza, los rendimientos deberían alinearse con los grandes hubs europeos, reflejando una confianza creciente.
Gonzalo Martín, director de Capital Markets, anticipa que en 2025 veremos más transacciones greenfield, lo que demuestra un esfuerzo de los inversores por asegurar retornos en un mercado ya muy competitivo. En suma, el ecosistema de centros de datos en España se está diversificando y sofisticando, consolidando a la Península Ibérica como un enclave prometedor para la infraestructura digital. Sin embargo, el éxito de este crecimiento dependerá de una planificación energética adecuada, innovación tecnológica y el desarrollo de talento humano. Los centros de datos serán fundamentales en la construcción del futuro digital del país.