El mercado del suelo para centros de datos está experimentando un auge sin precedentes gracias al impulso de la inteligencia artificial y la adopción de servicios en la nube. En la segunda mitad de 2025, este sector ha alcanzado un punto crítico, con precios por las nubes debido a la creciente demanda de las principales compañías tecnológicas como AWS, Microsoft, Google, Oracle y Meta. Estas empresas buscan terrenos con acceso inmediato a recursos energéticos y de conectividad, elementos cada vez más escasos.
España, en particular, está emergiendo como un punto clave en el mercado global. Áreas alrededor de Madrid, como San Sebastián de los Reyes, Alcalá de Henares y Getafe, están viendo un aumento del 35% en el precio del suelo, impulsado por el interés de gigantes tecnológicos. Otras ciudades como Barcelona, Valencia y Zaragoza también están captando atención por su buena conectividad y avances regulatorios.
A nivel global, las regiones con acceso a recursos energéticos y permisos ágiles se han convertido en los destinos más codiciados. Esto ha llevado a que en lugares como Frankfurt y el norte de Virginia, los terrenos cerca de subestaciones eléctricas alcancen precios hasta cuatro veces más altos que hace 18 meses. Además, los desarrolladores apuntan a zonas con acceso a agua y conexiones de fibra óptica de alta velocidad, lo que está impulsando el interés en mercados como los nórdicos.
Madrid se está consolidando como el centro de datos más prominente del sur de Europa, gracias a su equilibrio de costes, clima favorable y legislación proactiva. Lisboa también está ganando tracción, especialmente para operaciones que buscan conectar con Latinoamérica y África.
El sector ahora está muy influenciado por los contratos de energía y las alianzas estratégicas. Los acuerdos se cierran garantizando primero el suministro eléctrico, una transformación significativa en el modelo de negocio. Este enfoque ya se está aplicando en diversos proyectos en España, destacando la necesidad de colaborar con empresas energéticas y administraciones locales.
Para promotores e inversores, el mercado de centros de datos se presenta como un activo básico, superando otros sectores tradicionales. Para los gobiernos, la agilización de trámites y el aseguramiento de energía limpia se han convertido en prioridades estratégicas para atraer inversiones tecnológicas.
Mirando hacia el futuro, España y Portugal se perfilan como claves para la conectividad en el Atlántico Sur y el Mediterráneo. En Latinoamérica, Chile y Colombia emergen como puntos de entrada vitales para las nubes estadounidenses, mientras que en África y Asia-Pacífico, países como Sudáfrica, Malasia y Tailandia están viendo un crecimiento en el interés por su suelo.
En conclusión, el control del binomio suelo-energía se ha convertido en un factor crítico para dominar el futuro de los datos. España ha entrado en el tablero global con fuerza, y el precio del suelo necesario para sostener la nube sigue su escalada imparable.
Más información y referencias en Noticias Cloud.