Los cereales, fundamentales en nuestra alimentación diaria, se destacan por ser una fuente esencial de nutrientes, tales como carbohidratos, proteínas, vitaminas y minerales. Además, ofrecen una forma económica y accesible de energía para muchas comunidades mundiales. Estos alimentos básicos, presentes en diversas culturas, se disfrutan en múltiples presentaciones, incluyendo pan, arroz, pasta y cereales para el desayuno. Sin embargo, enfrentan desafíos significativos derivados del cambio climático, las enfermedades y las plagas. La falta de acceso a alimentos nutritivos y asequibles continúa siendo un problema en muchas regiones del mundo.
En España, el consumo per cápita de cereales supera la media europea y sigue incrementándose año tras año. Los cereales de desayuno, especialmente aquellos destinados a los niños, junto con el arroz, son los más consumidos. No obstante, muchos de los alimentos procesados también contienen cereales en su composición, como el pan o la pasta, lo que representa una considerable inversión económica, dado que una gran parte del cereal consumido es importada debido a la producción insuficiente a nivel nacional.
En los últimos años, se ha observado un deterioro en la calidad de los cereales disponibles en el mercado. Es crucial considerar tanto el origen como la forma en que se consumen para aprovechar sus beneficios para la salud de manera óptima. Los cereales integrales, no refinados, son la mejor opción, ya que conservan todos sus nutrientes. Algunos de los beneficios al incluir cereales integrales en la dieta son:
- Fuente de energía: Proporcionan carbohidratos complejos, esenciales para la actividad física y mental, y ayudan a mantener un nivel de energía constante durante el día.
- Mejoran la digestión: Gracias a su alto contenido en fibra dietética, mantienen el sistema digestivo saludable y regular, y previenen enfermedades como el cáncer de colon y las cardiovasculares.
- Ricos en nutrientes: Contienen una variedad de vitaminas y minerales esenciales, como vitaminas del grupo B, hierro, calcio y zinc, fundamentales para una buena salud.
- Ayudan a controlar el peso: Son ricos en nutrientes y bajos en calorías, contribuyendo al control del peso y a la reducción del riesgo de obesidad.
- Mejoran la salud cardiovascular: Su contenido en fibra dietética y bajo en grasas saturadas favorece la salud del corazón, disminuyendo el riesgo de enfermedades cardíacas.
Es imperativo apoyar la investigación e innovación en la producción de cereales y promover políticas que aseguren la disponibilidad y el acceso a alimentos nutritivos para todas las personas. Además, en España, se debe fomentar el cultivo propio de cereales para reducir la dependencia de las importaciones. Como consumidores, podemos contribuir al optar por cereales integrales y productos que los contengan en el marco de una dieta equilibrada y variada. Esto no solo promueve nuestra salud, sino que también contribuye a un futuro más sostenible y justo para todos.