En el segundo trimestre del año, el índice de desempleo en España alcanzó el 12,4%, situándose por debajo de la media de la Unión Europea, que se mantuvo en un 15%, y de la Eurozona, que registró un 15,5%. Este descenso en el porcentaje de personas sin empleo refleja una tendencia positiva en el mercado laboral español, destacándose como una de las disminuciones más relevantes en el contexto europeo durante este periodo. Los sectores de servicios y turismo han sido claves en la generación de nuevos puestos de trabajo, impulsados por la recuperación post-pandemia y el incremento del consumo interno.
A pesar de estos avances, España sigue enfrentando desafíos significativos en materia de empleo juvenil y empleo precario, áreas donde las tasas de paro son más elevadas. Las autoridades han señalado la importancia de mantener políticas de empleo efectivas y fomentar la formación profesional para seguir reduciendo el desempleo. Asimismo, se están discutiendo reformas estructurales para asegurar una recuperación económica estable y sostenible que permita consolidar estos avances en el mercado laboral.
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