La Ciudad de Madrid se transforma este fin de semana en escenario del Campeonato de Europa de Atletismo por Selecciones, un evento que reúne a cerca de 700 atletas de 16 países distintos. Durante tres días, los deportistas compiten en un formato donde los puntos obtenidos por cada posición en las pruebas determinan el resultado global de cada país. En este contexto, el papel de los atletas menos destacados es crucial, ya que sus sorpresas pueden definir el desenlace final. España, con figuras como Moha Attaoui y Quique Llopis, aspira a un lugar en el podio, guiada por estrategias bien calculadas que sitúan al equipo en la quinta posición preliminar, detrás de potencias como Alemania e Italia.
Entre las promesas emergentes está Ona Bonet, una joven de 19 años que ya ha dejado su huella en el salto en altura, alcanzando 1,89 metros. Bonet representa el espíritu del atletismo, movida por una curiosidad artística que se refleja también en su vida fuera de la pista. Mientras tanto, Jesús David Delgado, conocido como «Flaco», se presenta con altos estándares en los 400 metros vallas, siendo recordman de España. Del mismo modo, Diego Casas, lanzador de disco, busca afianzar su lugar entre los mejores, impulsado por una pasión innata por este deporte. Estos atletas, con sus historias y aspiraciones, añaden una dimensión humana a la competición, dejando claro que el verdadero objetivo es superar límites personales más que alcanzar el cielo.
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