España logró culminar la fase de grupos de la Eurocopa con un pleno histórico al derrotar a Italia 3-1, aunque con un rendimiento alejado de la brillantez mostrada en los partidos anteriores contra Portugal y Bélgica. La selección, dirigida por Montse Tomé, evidenció dificultades para romper el sólido esquema defensivo italiano, tras encajar un gol tempranero de Oliviero. Sin embargo, la habilidad de Athenea del Castillo apareció al clausurar el empate, seguido de goles de Patri Guijarro y Esther González, que sellaron la victoria. La defensa española mostró cierta fragilidad, una preocupación de cara a su próximo enfrentamiento con la anfitriona Suiza.
Tomé introdujo varios cambios en el once titular, incluido el regreso de Aitana Bonmatí al mediocampo después de superar una meningitis vírica. A pesar de controlar el juego en ciertos momentos, la Roja adoleció de la velocidad y precisión necesarias para generar más ocasiones claras de gol. El equipo italiano se mantuvo peligroso en las transiciones rápidas y en las jugadas a balón parado, aunque finalmente no pudieron revertir el marcador. El desempeño de España generó momentos de tensión, pero el talento emergente de jugadoras como Vicky López dejó un sabor prometedor al futuro del equipo en el torneo.
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