El consumo de tabaco en España ha alcanzado un mínimo histórico, según la última Encuesta sobre Alcohol y otras Drogas en España (EDADES 2024), que fue presentada recientemente por el Ministerio de Sanidad. El informe muestra un significativo descenso en el consumo diario de tabaco, así como una leve reducción en el uso de hipnosedantes, marcando un importante logro en los esfuerzos por disminuir la prevalencia de estas sustancias.
El estudio revela que el 36,8% de la población de 15 a 64 años utilizó tabaco en los últimos 12 meses, y un notable 67,7% de los fumadores diarios ha considerado dejar el hábito. A pesar de que la edad promedio de inicio en el consumo de tabaco se sitúa todavía alrededor de los 16,6 años, los datos actuales reflejan una tendencia positiva hacia la reducción del consumo.
El informe también evidencia una estabilidad en el consumo de alcohol, con el 76,5% de la población reportando haber bebido en el último año. Sin embargo, las cifras muestran un descenso en las borracheras, al pasar de un 16,7% en 2022 a un 14,7% en 2024.
Por otro lado, el consumo de cannabis experimenta un ligero aumento en comparación con 2022, aunque su uso diario disminuye. En cuanto a su consumo anual, el 12,6% de la población admite haber consumido cannabis, consolidándose como la droga ilegal más utilizada en el país.
La encuesta EDADES también arroja luz sobre la percepción del riesgo y la accesibilidad de estas sustancias. Se destacan diferencias de género en la percepción del peligro, especialmente con las drogas ilegales y los hipnosedantes, que las mujeres consideran más riesgosas. Mientras tanto, el cannabis sigue siendo la sustancia más fácil de obtener ilegalmente.
Los datos del informe subrayan una mayor prevalencia de consumo entre hombres, mientras que el uso de hipnosedantes y analgésicos opioides es más común entre mujeres. Los jóvenes entre 15 y 34 años muestran una tendencia más alta en el consumo de cannabis y alcohol, contrastando con el aumento del uso de medicamentos potencialmente adictivos entre quienes tienen más de 35 años.
Este informe, fundamentado en las respuestas de 26.878 personas, representa una herramienta clave para el desarrollo de políticas eficaces en la lucha contra el consumo de drogas. Las autoridades españolas se apoyan en esta información para fortalecer campañas educativas y la promoción de hábitos saludables, adaptando las intervenciones a las realidades cambiantes del consumo.
En resumen, aunque la disminución en el consumo de tabaco y alcohol en España refleja un progreso relevante, el leve aumento en el consumo de cannabis y el uso mantenido de hipnosedantes revelan que aún quedan desafíos por enfrentar. El compromiso continúa siendo implementar medidas preventivas y educativas que se ajusten a estos nuevos desafíos, asegurando el bienestar de la población y fortaleciendo la salud pública del país.