El Índice Mundial de Innovación (GII) 2024, elaborado por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) y el Instituto Portulans, destaca el ascenso de España en el escenario global de innovación. Ubicada en el puesto 28 sobre 133 economías, España ha visto una notable mejora en su infraestructura tecnológica y un entorno empresarial cada vez más favorable a la innovación. En particular, el país se sitúa en la posición 23 en el Subíndice de Resultados de Innovación, reflejando así un rendimiento en consonancia con su nivel de desarrollo económico.
Madrid, la vibrante capital, emerge como un clúster científico y tecnológico de relevancia global, figurando en el puesto 48 entre los principales centros de innovación del mundo. Este reconocimiento subraya su importante contribución en publicaciones científicas y obtención de patentes, posicionando a la ciudad como una pieza clave en el impulso de la innovación a nivel mundial. La colaboración entre prestigiosas instituciones académicas como la Universidad Complutense de Madrid y gigantes tecnológicos como LM Ericsson, fortalece su capacidad para atraer talento e inversiones, especialmente en campos emergentes como las telecomunicaciones y las energías renovables.
El informe también resalta el creciente protagonismo de la innovación social. Se estima que existen entre 10 y 11 millones de empresas sociales en todo el mundo, que contribuyen significativamente al PIB global con cerca de 2 billones de dólares. Sin embargo, este sector enfrenta desafíos relacionados con la falta de marcos normativos y problemas de financiación, que necesitan ser abordados para maximizar su impacto en la sociedad.
A nivel global, el GII 2024 observa una desaceleración en las inversiones en innovación tras varios años de crecimiento, debido a un entorno económico incierto. A pesar de ello, España mantiene su competitividad, especialmente en Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), donde ocupa el puesto 22, destacando en áreas como los servicios online gubernamentales.
Los líderes de la innovación siguen siendo economías como Suiza, Suecia y Estados Unidos, mientras que España, con una puntuación de 44,9, sobresale en el pilar de infraestructuras. Esta posición ofrece a Madrid un punto de partida ventajoso para superar los desafíos globales y capitalizar oportunidades en sectores como la tecnología verde y la sostenibilidad, esenciales para la permanencia en la competición internacional a largo plazo.
El reto para Madrid y España radica en seguir mejorando su capacidad innovadora mediante la conexión entre sectores público y privado, y reforzando las iniciativas en emprendimiento social y tecnología sostenible. En última instancia, estos esfuerzos no sólo abren vías hacia un futuro más sostenible, sino que también prometen nuevas oportunidades de crecimiento económico y social.
En conclusión, con Madrid firmemente posicionada como un motor de innovación global y España en una trayectoria ascendente en el ámbito científico y tecnológico, el país parece bien preparado para continuar su avance en los rankings internacionales de innovación. La efectiva combinación de talento, capital y políticas públicas puede asegurar que España maximize el impacto positivo de la ciencia y la tecnología en la sociedad, moviéndose hacia un porvenir repleto de oportunidades.