El Gobierno español mantiene un «optimismo prudente» respecto a las negociaciones para conseguir que el catalán, el gallego y el euskera se conviertan en lenguas oficiales en la Unión Europea, una decisión que se tomará prácticamente «en la misma puerta de entrada», según fuentes oficiales. Este paso es considerado crucial para avanzar en la política lingüística del país, en un momento en que la diversidad cultural y lingüística cobra cada vez más importancia en el contexto europeo.
Por otro lado, desde el partido catalán Junts se asegura que existen «dos o tres» capitales europeas que se muestran reticentes a aceptar esta oficialidad, lo cual podría complicar el proceso. La consecución del estatus oficial requeriría la unanimidad de los Estados miembros de la UE, lo que aumenta la complejidad de las negociaciones. Este contexto de incertidumbre genera un escenario político tenso en el que las conversaciones diplomáticas serán cruciales en las próximas semanas para lograr un consenso favorable.
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