En una sorprendente fuga que ha generado numerosas preguntas sobre los protocolos de seguridad penitenciaria en España, dos reclusos lograron escapar de la cárcel con mayor número de internos del país durante el bullicio de un partido de fútbol. Según los primeros reportes, la fuga se produjo sin que se activara ninguna alarma de seguridad y, notablemente, sin que los guardias ni el personal de la prisión se percataran de la ausencia de los presos en el momento de la evasión. Este incidente ha suscitado preocupaciones sobre la efectividad de las medidas de vigilancia y ha llevado a las autoridades a revisar los procedimientos de control interno para evitar que episodios similares se repitan.
La prisión en cuestión queda ahora bajo un escrutinio intensivo, mientras los responsables de la seguridad y la administración penitenciaria intentan descifrar cómo los reclusos pudieron ejecutar una fuga tan meticulosamente silenciosa. En el entorno altamente controlado de una cárcel con miles de internos, resulta alarmante que un evento deportivo pudiera crear suficiente distracción para facilitar una escapatoria de tal magnitud. Las autoridades penitenciarias prometieron una investigación exhaustiva para determinar cualquier posible falla en el sistema de seguridad y evaluar si hubo colaboración interna que facilitara la fuga, subrayando la necesidad urgente de reforzar la supervisión para restaurar la confianza en la institución.
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