En los recientes conflictos en la Franja de Gaza, el ejército israelí ha llevado a cabo ataques aéreos que han dejado una estela de devastación en centros educativos, ahora utilizados en gran medida como refugios para desplazados. Según reportes de la Defensa Civil y el Ministerio de Sanidad gazatí, controlados por Hamás, estos ataques han cobrado la vida de 192 personas durante el mes de octubre, en un total de 12 incidentes. Israel ha defendido estas acciones militares señalando que las escuelas afectadas albergan posiciones de comando de Hamás, convirtiéndose así en objetivos estratégicos. Sin embargo, esta justificación ha sido motivo de gran controversia y crítica internacional, dado el alto costo en vidas humanas y el impacto en la crisis humanitaria en la región.
Los ataques han sido recurrentes y diversos, abarcando varios puntos geográficos de Gaza. Entre los más mortíferos se encuentra el bombardeo del 10 de octubre en la escuela Rufaida al-Aslamia en Deir al-Balah, que resultó en 28 muertes y decenas de heridos. Asimismo, bombardeos sucesivos en escuelas de ciudades como Yabalia y Nuseirat registraron un alto número de víctimas y desolación. Las repercusiones han ido más allá de la pérdida de vidas, agravando las condiciones ya críticas de una población que se encuentra en una situación de vulnerabilidad extrema. La continua escalada del conflicto ha puesto de relieve la urgencia de buscar una solución diplomática que evite un mayor deterioro de la situación humanitaria en Gaza.
Leer noticia completa en El Pais.