En las últimas horas, el conflicto en Oriente Próximo ha dejado un rastro de destrucción y dolor, particularmente en la franja de Gaza, donde al menos 14 personas han perdido la vida debido a una serie de ataques aéreos israelíes. Los bombardeos alcanzaron diversos puntos estratégicos, incluyendo el campamento de Nuseirat y una estación de policía en Jan Yunis. Este aumento en la ofensiva eleva la cifra de fallecidos en Gaza a más de 45.800, según datos del Ministerio de Sanidad gazatí. En este contexto, las conversaciones sobre una posible tregua continuaron; el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, sostuvo diálogos con su homólogo egipcio para promover una salida pacífica y abordar la transición política en Siria.
Mientras tanto, las tensiones se intensifican con contradicciones en las negociaciones entre Israel y Hamás. La facción palestina ha declarado que ha aprobado una lista de 34 rehenes israelíes para un posible intercambio, condicionado a un alto el fuego y la retirada de tropas israelíes de Gaza. Sin embargo, la oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, niega haber recibido tal lista, aumentando la incertidumbre sobre el avance de un acuerdo. En un contexto regional más amplio, el líder de Hezbolá en Líbano, Naim Qassem, subrayó la importancia de la resistencia armada libanesa frente a la amenaza israelí, resaltando que la seguridad del país depende de la capacidad de sus milicias para disuadir cualquier incursión.
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