Una disputa interna en el ecosistema de WordPress ha sacudido el sector del desarrollo web, provocando un masivo éxodo de empleados de Automattic, la empresa que maneja WordPress.com. Todo esto mientras un conflicto con WP Engine, reconocido proveedor de alojamiento especializado, escala a niveles judiciales, lo que ha generado una profunda incertidumbre en la comunidad de código abierto.
El origen del conflicto radica en las declaraciones de Matthew Mullenweg, CEO de Automattic y figura fundamental detrás de la creación de WordPress. Mullenweg acusó a WP Engine de sacar provecho desproporcionadamente del popular sistema de gestión de contenido sin retribuir adecuadamente al esfuerzo de desarrollo de Automattic. Mullenweg propuso a WP Engine un Acuerdo de Licencia de Marca Registrada que estipulaba un pago del 8 % de los ingresos brutos mensuales o una contribución equitativa en desarrollo. La negativa de WP Engine, argumentando uso justo de la marca, intensificó una situación ya tensa.
La escalada del conflicto llegó al punto de que Automattic bloqueó temporalmente los sitios de WP Engine de actualizaciones críticas a través de WordPress.org, una medida que tuvo que ser revertida ante la presión de desarrolladores en todo el mundo. No obstante, el 2 de octubre de 2024, WP Engine inició acciones legales contra Mullenweg y Automattic, acusándolos de prácticas como extorsión y difamación, además de poner en entredicho el control de la marca registrada WordPress.
A nivel interno, la situación ha dejado profundas cicatrices en Automattic. Una significativa porción de su plantilla, 159 empleados, decidió aceptar el paquete de indemnización ofrecido por la empresa, que incluía hasta 30.000 dólares o seis meses de salario. Esta salida representó una pérdida del 8,4 % de su fuerza laboral, con un impacto particularmente fuerte en áreas esenciales para WordPress. Destacan los 18 empleados que, con remuneraciones superiores a los 200.000 dólares anuales, también decidieron partir.
Matthew Mullenweg se refirió a la salida masiva de personal, confesando el daño generado por las acciones legales impulsadas por WP Engine y su inversor, Silver Lake. A pesar de la turbulencia, Mullenweg manifestó sentirse optimista y ligero tras la reestructuración, utilizando una cita de Winston Churchill para reforzar su postura frente a la crisis.
El caso ha dejado a la comunidad de WordPress en una posición de incertidumbre, observando atentamente mientras el asunto se desarrolla en las cortes. Los especialistas consideran que el litigio podría tener repercusiones significativas sobre el futuro del software de código abierto, planteando preguntas cruciales sobre la sostenibilidad y la monetización justa del esfuerzo colaborativo.
La controversia actual no solo pone en evidencia la fragilidad de los modelos comerciales en entornos de código abierto, también subraya las tensiones que surgen cuando se enfrentan valores comunitarios con intereses corporativos en el mundo del desarrollo web. Mientras el desenlace judicial se define, el ámbito de la tecnología aguarda expectante el impacto que este evento podría tener en la dinámica y reglas del sector.