Uno de los mitos más arraigados en el ámbito de la salud sostiene que es necesario caminar 10.000 pasos al día para mantenerse en forma, una cifra que equivale a entre 6 y 8 kilómetros, dependiendo de diversos factores como la zancada y la velocidad. Esta premisa se originó en Japón en la década de 1960 como parte de una campaña publicitaria para un podómetro. Aunque se popularizó a nivel mundial como el «número mágico» para asegurar una buena salud, la ciencia ha demostrado que este enfoque está más relacionado con un mito que con la evidencia. Diversos estudios sugieren que se pueden obtener beneficios significativos de salud con un número menor de pasos, destacando la importancia de mantenerse activo de manera constante y establecer metas realistas.
Caminar no solo se relaciona con mejoras en la salud cardiovascular y una vida más prolongada, sino que también se puede adaptar a cada persona según su contexto. Estudios indican que, con unos 5.000 pasos diarios, se puede evitar el sedentarismo, mientras que aumentar a 7.000 u 8.000 pasos se asocia con una reducción en la mortalidad prematura. La clave es incorporar la actividad física en la rutina diaria, como optar por escaleras o dar paseos cortos. Además, caminar ofrece la posibilidad de reducir el estrés y aumentar el bienestar general. Así, lo esencial radica en moverse y mantener la constancia, más que en alcanzar un número específico de pasos.
Leer noticia completa en 20minutos.


