Las dos principales formaciones independentistas han reafirmado su postura de no apoyar una posible moción de censura contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. A pesar de que sectores de la oposición han instado a estos grupos a reconsiderar su posición, su liderazgo ha manifestado que no consideran esta medida como una solución viable a la actual situación política en España. Argumentan que sus prioridades y objetivos políticos no coinciden con los planteamientos de una moción que, según ellos, no aportaría estabilidad ni resolvería las cuestiones territoriales pendientes.
Esta decisión subraya las tensiones persistentes entre el Gobierno central y las regiones que buscan una mayor autonomía. Mientras tanto, el Ejecutivo de Sánchez continúa enfrentando desafíos tanto internos como externos, incluyendo presiones económicas y sociales. La falta de apoyo de los independentistas sugiere una continuidad en el panorama político actual, donde las alianzas son frágiles y los movimientos estratégicos deben ser cuidadosamente considerados. Analistas destacan que esta situación podría influir en la dinámica política de cara a futuras elecciones, al tiempo que se mantiene el debate sobre la unidad y la diversidad en el país.
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