Este lunes, 22 de septiembre, marca el final del verano en el hemisferio norte, dando paso al inicio del otoño astronómico, exactamente a las 20:19 hora peninsular española, según el Observatorio Astronómico Nacional. Esta estación se extenderá por 89 días y 21 horas, concluyendo el próximo 21 de diciembre cuando dé comienzo al invierno. El equinoccio de otoño se da porque la Tierra atraviesa un punto en su órbita donde el centro del Sol cruza el ecuador celeste hacia el sur, provocando que el día y la noche tengan casi la misma duración. La palabra «equinoccio» proviene del latín «aequinoctium», significando «noche igual».
Este fenómeno no solo afecta la duración del día, sino también la rutina diaria. En la península, el Sol sale más tarde y se pone más pronto, reduciendo la luz diurna casi tres minutos diariamente. Además, otro cambio importante es el ajuste horario, previsto para el último domingo de octubre, específicamente el 26, cuando los relojes se retrasarán una hora a las 3:00 am. Mientras tanto, en el hemisferio sur, el equinoccio indica el inicio de la primavera y el fin del invierno, ilustrando los fascinantes contrastes estacionales en diferentes regiones del planeta.
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