En medio del apagón eléctrico que afectó a la Península Ibérica el pasado 28 de abril, Equinix, una destacada compañía de infraestructura digital, logró mantener operativos sus cinco centros de datos en España sin interrupciones. La clave del éxito residió en un sistema bien diseñado y un equipo humano profundamente comprometido.
El desafío reveló cómo la resiliencia va más allá de lo técnico; es, en esencia, un atributo cultural. Según Eulalia Flo, directora general de Equinix en España, el concepto de resiliencia debe entenderse como algo que empieza mucho antes de una crisis. «La palabra resiliencia se hizo presente», compartió Flo, apuntando a una lección sobre continuidad operativa en el mundo digital.
La infraestructura de Equinix actuó según lo previsto, activando automáticamente los sistemas de emergencia. Esto aseguró que las luces permanecieran encendidas y los datos fluyeran sin interrupción, preservando la conectividad esencial para más de 70 clientes estratégicos, incluidos operadores de telecomunicaciones, CDNs y nubes públicas.
El destacado papel del equipo de operaciones críticas fue evidente cuando sus integrantes se mantuvieron en primera línea durante toda la emergencia, supervisando el incidente y garantizando un retorno seguro a la red pública. “Estuvieron allí, sin pausa, incluso cuando no podían contactar con sus seres queridos. Eso también es resiliencia”, subrayó Flo.
Para Equinix, la resiliencia se cultiva mucho antes de cualquier crisis: es parte del diseño de infraestructura, la ubicación de los centros, los ciclos de vida del equipamiento y, crucialmente, en la formación y compromiso de sus empleados. Durante el apagón, más de 30 personas del equipo global de gestión de crisis se activaron para supervisar la situación técnica, verificar la seguridad del personal y mantener la comunicación con los clientes.
Eulalia Flo, en una muestra de liderazgo desde la calma, permaneció conectada a la situación durante una conferencia de inversores, demostrando confianza en el manejo de la crisis.
El caso de Equinix transmite un mensaje claro al sector tecnológico: la resiliencia no es solo una función técnica, sino una mentalidad y una elección diaria. Flo concluyó: “No es solo una función técnica. Es una mentalidad. Una cultura. Una elección que tomamos cada día”.
La experiencia de Equinix durante el apagón del 28 de abril es un ejemplo de cómo la resiliencia real se construye con infraestructura inteligente, sólidos protocolos y personas profundamente comprometidas. En un mundo cada vez más digitalizado, el verdadero valor de los centros de datos radica no solo en su capacidad técnica, sino en la confianza que inspiran cuando todo lo demás falla.
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