Hace casi un año que el nanosatélite catalán Enxaneta se desintegró al reingresar en la atmósfera, después de haber cumplido con éxito su misión de recolectar datos de sensores en Cataluña. Esta iniciativa, impulsada por el exvicepresidente Jordi Puigneró, fue inicialmente recibida con escepticismo, pero ha demostrado ser un éxito. La empresa operadora Sateliot ha cuadruplicado su tamaño y ha recibido una inversión de 10 millones de euros. El lanzamiento del nanosatélite, que formó parte de la estrategia NewSpace de Cataluña, fue un paso significativo en el desarrollo tecnológico de la región. A pesar de las críticas iniciales, Cataluña planea lanzar su cuarto nanosatélite a finales de este año, destacando que la jurisdicción del espacio no es exclusiva del Estado.
La Generalitat de Cataluña ha reafirmado su compromiso con la estrategia de nanosatélites, que incluye una inversión significativa y colaboración con diversas instituciones. El plan de Puigneró contempla una inversión de 18 millones de euros en cuatro años. Según el consejero Miquel Sàmper, durante su tiempo en el espacio, Enxaneta facilitó la comunicación y recolección de datos de sensores en áreas sin cobertura terrestre. Sateliot, con sede en Barcelona, ha consolidado su posición como líder global en tecnología de Internet de las cosas, ampliando su plantilla y estableciendo acuerdos estratégicos con empresas importantes. La Generalitat planea revisar su estrategia espacial para 2025-2030, con el quinto nanosatélite, Menut, programado para ser lanzado a finales de año como parte de la iniciativa Open Constellation.
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