El enviado de Estados Unidos para Siria, Tom Barrack, ha informado sobre un acuerdo de alto al fuego alcanzado entre Israel y Siria tras una semana de intensos bombardeos israelíes en territorio sirio. Estos ataques surgieron a raíz de los enfrentamientos entre la minoría drusa y clanes beduinos, que han dejado más de 700 muertos. Barrack anunció en la red social X, que el acuerdo ha sido aceptado por países vecinos como Turquía y Jordania, y ha instado a las partes enfrentadas en Sueida a deponer las armas para pacificar la región. Esta zona ha sido testigo de intensos combates desde la llegada al poder de Ahmed al Shara, líder de los antiguos rebeldes yihadistas de Hayat Tahrir al Sham, tras el derrocamiento de Bashar el Asad.
A pesar del anuncio, ni las autoridades israelíes ni sirias han emitido un comunicado oficial al respecto. Israel ha intensificado los ataques sobre Sueida y Damasco, alegando la protección de los drusos. La presidencia siria había detenido las hostilidades inicialmente, pero luego aseguró el despliegue de fuerzas para restaurar el orden. El presidente Al Shara acusa a Israel de dividir al pueblo sirio, mientras que el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, exige que el régimen sirio deje de acosar a los drusos. Según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, 718 personas habían fallecido debido al conflicto, destacándose la vulnerabilidad de los civiles en medio del caos. Entre las víctimas se incluyen miembros de las fuerzas de seguridad, civiles y drusos, con varios muertos por ataques aéreos israelíes, exacerbando la crisis humanitaria en la región.
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