En un emotivo acto celebrado en Magallón, Zaragoza, el Gobierno de España ha entregado hoy los restos de 17 víctimas de la Guerra Civil, que fueron halladas en el Valle de Cuelgamuros, a sus familias. De todas estas víctimas, cuatro han sido identificadas por el equipo forense y corresponden a Esteban Jiménez, Juan Chueca, Felipe Gil y Pedro Peralta. Estas recuperaciones forman parte del compromiso estatal con la Ley de Memoria Democrática, resaltando la importancia de honrar y recordar a las víctimas de un pasado doloroso para la sociedad española.
Ángel Víctor Torres, ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, aludió a la vocación del gobierno de cumplir con las víctimas, sus familiares, y con las leyes, afirmando que esta es la «mejor manera de defender nuestra democracia». Durante el acto de homenaje en el auditorio Ramón Salvador de Magallón, el ministro reiteró el compromiso del gobierno con la localización de cuerpos aún desaparecidos y la entrega de restos al mayor número de familias posible.
La ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes, Pilar Alegría, quien también participó en el evento, señaló que este día representa justicia y reparación, un compromiso con la democracia y la dignidad de quienes sufrieron persecución durante la Guerra Civil. Al entregar los informes técnicos forenses a las familias, Alegría enfatizó la importancia de la verdad y el rechazo a las distorsiones históricas, afirmando que «no podemos borrar la historia, no podemos borrar la memoria».
La Ley de Memoria Democrática, específicamente en su artículo 22, prevé la restitución de los restos exhumados a sus familiares, y es bajo este marco legal que se ha efectuado la entrega de los restos. Los cuerpos de estas cuatro personas, luego de un traslado sin el conocimiento de sus familiares desde una fosa común en el cementerio de la localidad de Borja en 1959, han sido finalmente honrados y devueltos a sus familias. El trabajo forense ha sido fundamental para lograr estas identificaciones, permitiendo poner nombre y apellidos a personas que durante décadas permanecieron en el anonimato.
Torres, en su intervención, hizo hincapié en la importancia de que actos como este sirvan para la educación y reflexión de las nuevas generaciones, explicando que es esencial conocer y entender el sacrificio de aquellos que lucharon por la legalidad democrática. Asimismo, subrayó que estos esfuerzos también se enmarcan dentro de las actividades de conmemoración de los ’50 años de Libertad’, una iniciativa promovida por el gobierno para celebrar la democracia.
Finalmente, los ministros participaron en un acto de homenaje realizado en Borja, donde colocaron una placa en el cementerio local para recordar a las 17 víctimas fusiladas y enterradas allí en 1936. Este gesto simboliza un paso más en el proceso de reparación y memoria histórica que el gobierno ha prometido mantener vivo, asegurando que el pasado nunca será olvidado y que las historias de estas personas continuarán inspirando a las generaciones futuras.
Fuente: Ministerio Políticas Territoriales y Memoria Democrática.