Volodimir Zelenski ha utilizado la tribuna de la Asamblea General de la ONU para abogar por una mayor atención internacional hacia el conflicto en Ucrania, en medio de la atención global centrada en la situación en Gaza y la ofensiva israelí. El presidente ucraniano ha advertido que el mundo se encuentra ante «la carrera armamentística más destructiva de la historia», instando a las organizaciones internacionales a actuar con urgencia. Zelenski enfatizó que, debido a la falta de garantías de seguridad, «no quedará un sitio en la faz de la tierra que sea seguro para los seres humanos». Subrayó la responsabilidad de las naciones aliadas en la lucha contra la agresión rusa, destacando que los esfuerzos por poner fin a este conflicto serían más económicos que invertir en refugios y estructuras defensivas.
El líder ucraniano también manifestó su preocupación por el impacto de la guerra en la vida cotidiana de su país, describiendo la necesidad de construir infraestructuras subterráneas para escuelas y hospitales, y la creciente defensa de sus centrales eléctricas. Aseguró que la amenaza de los drones rusos se siente más allá de Ucrania, afectando a toda Europa. Zelenski pidió a los países europeos ejercer presión sobre Rusia para evitar una escalada de violencia, recordando que la inacción de la ONU ha dejado a las naciones en conflicto sin claridad sobre su futuro. Criticó la incapacidad del organismo para abordar los desastres que resultan de la guerra, argumentando que durante décadas, sus pronunciamientos han sido insuficientes frente a la magnitud de los conflictos armados.
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