Este martes inició la décima legislatura del Parlamento Europeo en Estrasburgo, con un ambiente que mezclaba reencuentros y primeras impresiones. Los 720 eurodiputados, acompañados por periodistas y visitantes, llenaron el hemiciclo mientras sonaba el himno de la alegría. Toni Comín, a la espera de que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea le permita ocupar su escaño, observaba desde la tribuna junto a visitantes ocasionales. Alvise, con 800,000 votos, anunció que abandonará su escaño cuando haya elecciones generales en España. La jornada estuvo marcada también por la presencia colorida de eurodiputadas y mensajes simbólicos en su vestimenta, como Irene Montero, quien pronunció un discurso de candidatura. La bienvenida reflejó tanto la solemnidad de una sesión inaugural como la curiosidad de una visita turística, en un contexto donde se espera una legislatura cargada de desafíos y decisiones clave entre Estrasburgo y Bruselas.
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