Enrique Ponce se despidió esta tarde del ruedo de Las Ventas en una emotiva corrida en la que compartió cartel con David Galván y Samuel Navalón. Con casi 60 paseíllos en la plaza madrileña y cuatro Puertas Grandes en su haber, este destacado matador de toro valenciano culmina una carrera llena de éxitos en Madrid tras 34 años de alternativa. Su faena más recordada en Las Ventas fue al toro Lironcito de Valdefresno en 1996, la cual marcó un antes y un después en su trayectoria. En este adiós, Ponce abrió con una discreta actuación debido a un toro con complicaciones, pero recuperó brillantemente en el cuarto de la tarde, logrando una vibrante faena que le permitió atravesar una última vez la Puerta Grande.
La corrida comenzó con Navalón, quien hizo una lidia decorosa con el toro de Garcigrande, recibiendo una ovación tras una buena estocada. Galván tuvo momentos destacables en el tercero, especialmente con una serie de trincherillas que calaron en el público, aunque fue penalizado por su fallo con los aceros. Ponce, ante el segundo toro, se vio limitado debido a una falla del animal en el tercio de varas, pero logró redimirse con una gran faena al cuarto toro, premiada con dos orejas. Galván, a pesar de una ejecución cuidada con el quinto toro, decidió abreviar por falta de oportunidad. Navalón cerró la tarde con una gran estocada tras una comprometida lidia, llevándose una oreja que marcó una jornada importante para los tres toreros. La primera de la Feria de Otoño 2024 dejó una memoria inolvidable de Ponce en Las Ventas, un adiós cargado de historia y emoción.
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