La miniserie británica «Bodyguard», disponible en Netflix, se ha ganado su lugar como una opción ideal para aquellos que buscan una experiencia de maratón de fin de semana. Creada por Jed Mercurio y producida por World Productions para la BBC, la serie de seis episodios sigue al sargento de policía David Budd, interpretado por Richard Madden, un veterano de guerra británico que lucha con el trastorno de estrés postraumático. Tras una heroica intervención para evitar un ataque terrorista, Budd recibe el encargo de proteger a la ministra de Interior, Julia Montague, interpretada por Keeley Hawes. La trama se teje con giros inesperados, oscilando entre la tensión política y un enredo emocional que evoluciona a medida que se desarrolla la relación entre el guardaespaldas y la ministra.
«Bodyguard» no solo ha capturado la atención de los espectadores por su narrativa electrizante, sino también por el rendimiento destacado de Madden, quien fue galardonado con un Globo de Oro por su actuación. La emisión del episodio final fue vista por más de 10.4 millones de personas en el Reino Unido, consolidando su éxito tanto en audiencia como en crítica. La serie explora temas de poder y corrupción en un contexto político británico, con un reparto que incluye a Sophie Rundle, Gina McKee, y Paul Ready, entre otros. Con una trama que combina intriga, drama y una representación auténtica de las complejidades personales y profesionales de sus personajes, «Bodyguard» se presenta como una producción de calidad que va más allá del entretenimiento superficial.
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