La organización está implementando cambios estratégicos sin previo aviso para sortear las concentraciones masivas en el centro de la capital. A pesar de estos esfuerzos, miles de personas ya se han congregado en el área principal, generando una atmósfera de expectativa e incertidumbre. Las autoridades locales están colaborando estrechamente con los organizadores para minimizar el impacto en la movilidad y garantizar la seguridad de los asistentes. Sin embargo, la falta de comunicación previa con el público ha generado críticas y cierto descontento entre quienes se vieron afectados por los cambios inesperados.
En respuesta a las crecientes aglomeraciones, se están ajustando las rutas y horarios para mitigar el caos que podría derivarse de una mala gestión del flujo de personas. La situación sigue desarrollándose, con informes de presencia policial incrementada para mantener el orden. Mientras tanto, los participantes esperan con ansias más claridad y dirección sobre el desarrollo del evento, ya que la falta de información precisa ha dejado a muchos en estado de confusión. Las autoridades continúan monitoreando la situación mientras trabajan para facilitar el acceso y la movilidad segura de los asistentes.
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