El Real Madrid logró su pase en la Champions League al superar al Atlético de Madrid en una ajustada tanda de penaltis, en la que Antonio Rüdiger se alzó como el héroe inesperado. El entrenador Carlo Ancelotti desveló que inicialmente no estaba previsto que Rüdiger ejecutara el último penalti, sino el joven Endrick. Sin embargo, al observar cierta falta de confianza en Endrick, optaron por el frío temple del defensor alemán. La decisión resultó ser correcta, asegurando así el avance del Real Madrid en la competencia. Ancelotti destacó el impacto de los jugadores que ingresaron desde el banquillo, como Camavinga y Brahim, quienes aportaron significativamente, demostrando el espíritu combativo característico del club.
Sobre el desarrollo del partido, Ancelotti señaló que fue un enfrentamiento complicado desde el inicio, tras encajar un gol en el primer minuto. No obstante, el Real Madrid logró controlar el juego y crear oportunidades claras a pesar de la sólida defensa del Atlético. El técnico italiano calificó los penaltis como «una lotería» y mencionó un penalti anulado a Julián Álvarez, que consideró correcto debido a un doble toque en la ejecución. A pesar de las dificultades presentadas, la clasificación representa un gran alivio para el equipo merengue y refuerza la importancia de mantener el equilibrio y el control en partidos decisivos.
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