El caso que implica al exdiputado Íñigo Errejón y la actriz Elisa Mouliáa ha llegado a un punto crítico esta semana, cuando ambos presentaron sus versiones contradictorias de un supuesto incidente de agresión sexual que tuvo lugar en septiembre de 2021. Errejón, exportavoz parlamentario, declaró ante el juez que la interacción ocurrió de manera consensuada, argumentando que era su primer encuentro físico y que ambos participaron activamente en el intercambio de besos. Por su parte, Mouliáa sostiene que expresó claramente su negativa durante toda la noche y describió haber recibido tocamientos y avances no deseados, incluso llegando a sospechar que el exdiputado había alterado sus bebidas en la fiesta a la que asistieron juntos.
En el transcurso de la audiencia, Mouliáa ratificó su denuncia inicial, enfatizando que el comportamiento de Errejón fue insistente y fuera de lugar, recordándole que «solo sí es sí». Por su parte, Errejón rechazó las acusaciones y cuestionó la versión de la actriz, negando que estuviera bajo la influencia del alcohol como ella ha alegado. Pese a sus diferencias, ambos coinciden en que, una vez en casa de Errejón, ella pidió que se detuviera cualquier avance, a lo que él accedió. La relación entre ambos continuó de alguna manera según versiones opuestas, un hecho que deja el caso en plena incertidumbre mientras la investigación sigue su curso. Mouliáa, quien afirma haber atravesado una depresión desde aquella noche, ha visto su vida afectada, al igual que Errejón, quien eventualmente dejó su carrera política.
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